Cairo - Egipto

Piramides de Giza
Nuestro viaje a Egipto se dio literalmente de un día para el otro. Contrataba un guía y reservaba hoteles mientras corríamos por los pasillos del aeropuerto para abordar el avión que ya estaba en la última llamada. Mi esposo llevaba a los tres niños mientras yo caminaba por inercia mirando mi celular. 


Después de un viaje corto llegamos a Cairo, compramos nuestras visas en una ventanilla que pasaba inadvertida y fuimos los primeros, así que no esperamos mucho (por suerte). 
Al salir del aeropuerto conocimos a Ali, nuestro guía Egipcio al cual contacté por recomendación de mi amiga. Tuvimos mucha suerte de conocerlo pues hablaba muy bien el español y era muy amigable, amable, bueno y honesto. Se llevó de maravilla con mis hijos. 
Desde el aeropuerto fuimos directamente hasta Giza, si volvería a planear ese viaje me quedaría al menos un día en Cairo para explorar la zona ya que el tráfico desde Giza a Cairo y viceversa es insoportable. 
Normalmente no suelo contratar guías en mis viajes, pero me sentí muy aliviada al haber contratado Ali para visitar Egipto pues me di cuenta rápidamente de que nosotros solos por nuestra cuenta no la hubiéramos pasado muy bien. Cairo es una ciudad desordenada con un tráfico terrible. Los conductores usan excesivamente la bocina y gente cruza sin reparo alguno por las pistas. En menos de media hora en el carro vimos dos atropellos en diferentes zonas (menos mal ambos estaban ilesos).
Normalmente a nosotros nos gusta escoger lugares muy económicos para pasar la noche cuando visitamos lugares con bastantes atracciones turísticas, pero por la situación que Egipto atraviesa en estos momentos estaba muy segura que no pasaríamos tiempo deambulando por las calles como normalmente lo hacemos. Por esta razón había decidido coger un resort (ya que alojamiento en Egipto está increíblemente barato). 
Movenpick hotel

Al dia siguiente visitamos el Museo de Egipto, tenían una impresionante colección que lamentablemente esta presentada de una manera descuidada y muy expuesta a curiosos niños y adultos que tocaban todas esas bellas reliquias sin cuidado alguno. Hubiera pasado todo el día en este museo pero lamentablemente mis hijos no estaban interesados en pequeños detalles como yo. No visitamos el museo de momias (grave error) pues habíamos pensado que visitaríamos el museo de momias en Luxor y que volvería al museo de Cairo para pasar más tiempo. 
Museo de Cairo

Después del museo visitamos la iglesia Copta, pequeña pero muy bonita y rodeada de un barrio muy pintoresco. Algo que me llamó la atención es ver que a pesar de que esta iglesia es ortodoxa pudimos ver cómo mujeres musulmanas entraban a tocar los Santos con tanta fe como si ellas misma fueran de la religión Ortodoxa. Ali nos explicó que hay muchas costumbres que están muy arraigadas en la cultura. 
Iglesia Copta

Después de pasar un rato en esta iglesia observando la belleza y fe de las personas caminamos una corta distancia por algunas callejuelas estrechas decoradas por bellas fotografías antiguas de vendedores que estaban alertas esperando a algún turista interesado para bombardear (y es que ellos no ofrecen, bonbardean). Si hubiera viajado sola me hubiera detenido a ver cada una de esas fotografías y hubiera pasado horas, pero el apuro de viajar con guia, esposo y niños me hizo pasar rápidamente y tan solo mirar de reojo por aquellos lugares. 
Callejuelas pintorescas

Luego entramos a una sinagoga, muy pequeña por dentro pero la decoración era fascinante, lamentablemente fotografías no estaban permitidas. Salimos de la sinagoga y muy cerca se encontraba otra iglesia. A simple vista no tenía nada especial pero los lugares menos imaginados guardan grandes sorpresas. Esta iglesia fue el lugar en el cual la virgen María, San Jose y Jesus habían descansado al final de su viaje a Egipto. Asimismo se dice que posiblemente la Virgen María y Jesus habían vivido en este lugar mientras José trabajaba en la construcción de una fortaleza. Esta iglesia estaba siendo remodelada y el lugar donde se dice que la Virgen estuvo con Jesus estaba cerrado al público, solo me pude asomar y ver luces abajo ya que estaba 10 metros bajo tierra y se dice que cuando la corriente de El Nilo sube esta iglesia se inunda. Para tapar la vista de los curiosos como yo pusieron un póster gigante con la imagen de María el cual, muchas mujeres lo tocaban fervorosamente después de haber besado las puntas de sus dedos. Me gustaría regresar a Cairo y pasar más tiempo en estos lugares. 
Lugares visitados por Maria, Jose y Jesus

Continuamos con nuestro recorrido, manejamos por la ciudad  pasando por calles nada turísticas, tristemente vimos lo que hoy en día es la verdadera cara de Egipto, mucha pobreza y suciedad quitaban la magia de este lugar. Ni pensar que antiguamente Egipto fue una gran civilización. 
Llegamos a Ibn Tulum, una mezquita muy antigua, muy sencilla pero linda, me encanto verla. Creo que nunca sentí tanta paz como en ese lugar. El silencio, la brisa y el canto para la llamada de oración fueron simplemente sacados de una película. Estaba vacía, éramos las únicas personas visitando este lugar. 
Ibn Tulum

Ibn Tulum

Dejamos la locura de Cairo atrás y regresamos a Giza justo para ver el atardecer... El sol se ocultaba detrás de las pirámides y yo pensaba que ya faltaba poco para disfrutarlas.
Atardecer desde nuestro hotel

A la mañana siguiente comenzamos nuestro recorrido visitando la pirámide de Dashur, la prueba máxima para nuestro físico pues tuvimos que subir incontables gradas hasta lo alto de la pirámide y después entrar a la pirámide por un canal muy estrecho (menos mal iluminado). Nuevamente, este lugar estaba vacío. Nosotros éramos los únicos dentro de la pirámide donde algún día se tenía que hacer colas largas para poder ver el interior que no era más que un hueco oscuro y muy mal oliente. Solo había un sarcófago de piedra. 
Piramide de Dashur

Dentro de una Piramide

Dashur

Luego visitamos Memphis y Saqqara donde se encontraba El museo de Imhotep, quede impresionada con todos los detalles tallados y las paredes. Tanta precisión y belleza. Simplemente increíble! 


Para terminar el recorrido había llegado el momento más esperado del viaje. Regresamos a Giza para finalmente visitar las famosas pirámides. Después de pasar por un control estricto se abrió ante mis ojos aquellas majestuosas obras. No podía creer que no había mucha gente. Se podría decir que estaba vacío. Nada que ver con lo descrito en lonely planet cuando te decían que vayas preparado para hacer largas colas para entrar a este lugar. De cerca las pirámides se veían imponentes, me sentí insignificante. 
La gran pirámide de Giza

Con la ayuda de Ali cogimos tres camellos y fuimos a dar una vuelta al rededor de las pirámides. Todo el recorrido yo sentía estar en trance, no podía creer que finalmente estaba físicamente presente en el lugar que desde niña leía historias mágicas sobre los faraones. Magia es la única palabra que puedo usar para describir el momento. 
Nos tomamos muchas fotos (por supuesto) y llegaba un momento en el cual no quería que el tiempo pase.  Visitamos la esfinge y me distraje mucho tomando fotos tratando de hacer efectos graciosos como ponerle lentes o besarla. Que vergüenza! 
Después de esquivar algunos vendedores y comprar algunos recuerdos regresamos al hotel a descansar. 
Pirámides



La Esfinge Egipcia 

Muy temprano Ali pasó por nosotros y antes de ir al aeropuerto con destino a Luxor fuimos a visitar cementerios antiguos que por la pobreza, ahora son viviendas de personas muy pobres. Lamentablemente son sitios muy peligrosos así que tuve que conformarme con ver estos lugares desde el auto. Asimismo pasamos por un vecindario donde todas las personas se dedicaban a recoger basura, separarla y luego exportarla a China. Un negocio muy raro pero lucrativo. Cada casa tenía un patio grande con montes de basura y gente trabajando en las cimas. Nuestra última visita fue un lugar que tenía una vista espectacular de Cairo. Después de una foto en este lugar fuimos al aeropuerto con destino a Luxor. 
Después de unos días regresamos a Caíro. Ali nos recogió del aeropuerto con mucho cariño. Nos invitó a tomar mate De Argentina en su casa y luego nos llevó de vuelta a Giza para que pueda ver por última vez las Pirámides. Esa noche había un show de colores pero Ali nos llevó a un restaurante donde tuvimos una vista impresionante desde la azotea del lugar. Mientras cenábamos pudimos ver cómo las pirámides de iluminaban de colores y yo trataba de grabar esos recuerdos en mi memoria. 


Ya era muy tarde y convencí a Ali y mi esposo para llevarme a una tienda para comprar pergaminos. Todo estaba cerrado pero Ali consiguió que nos abrieran una tienda. Dije a todos que escogería mis pergaminos muy rápido pero había tantos que me tomó mucho tiempo escoger algunos. Menos mal Ali hacia de niñero enseñando a los niños como se hacían los pergaminos. 
Aprendiendo a hacer papiros

Fue un final feliz, era hora de regresar a Caíro pues teníamos que tomar un vuelo de vuelta a casa, quién diría que nos esperaba tres días de angustias en ese bendito aeropuerto, una historia larga pero como siempre con otro final feliz. 


Puedes contactar a Ali por medio de su página de Facebook: Egipto Alichino Guia

https://www.facebook.com/EGIPTO-ALICHINO-GUIA-107950335977459/

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